Matías, Emiliano, Nicolás, Alberto y yo nos conocimos en la escuela de ballet de un teatro. Los cinco nos hicimos amigos y construimos en poco tiempo una familia, quizás esa con la que alguna vez soñamos. Este retrato íntimo y enérgico es una forma de pensarlos a la distancia, poner sus cuerpos en movimiento y rendirle homenaje al valor de la amistad.